Ellos vienen desde abajo
Leticia Robles de la RosaExcelsior 13 de Diciembre de 2009Producto de la cultura del esfuerzo, en el Senado de la República hay legisladores cuya decisión de estudiar una carrera no sólo los convirtió en los primeros de su familia en hacerlo, sino que les cambió la vida al forjarse como exitosos profesionistas. Nacidos en familias de escasos recursos, debieron arar la tierra, ser mozos, vender periódicos o pintar casas antes de llegar al Senado. Irma Martínez, Tomás Torres Mercado, Blanca Judith Díaz y Mario López Valdez forman parte de este grupo; para ellos el hambre, la pobreza, la discriminación e incluso el abuso físico son parte del ADN.
Leticia Robles de la RosaExcelsior 13 de Diciembre de 2009Producto de la cultura del esfuerzo, en el Senado de la República hay legisladores cuya decisión de estudiar una carrera no sólo los convirtió en los primeros de su familia en hacerlo, sino que les cambió la vida al forjarse como exitosos profesionistas. Nacidos en familias de escasos recursos, debieron arar la tierra, ser mozos, vender periódicos o pintar casas antes de llegar al Senado. Irma Martínez, Tomás Torres Mercado, Blanca Judith Díaz y Mario López Valdez forman parte de este grupo; para ellos el hambre, la pobreza, la discriminación e incluso el abuso físico son parte del ADN.
Tomás Torres Mercado
Un zacatecano que se vio como abogado
La luz se fue esa noche. Encerrados en el cuarto que compartían mientras comenzaban a estudiar la maestría en derecho en la UNAM, Tomás y Ricardo decidieron hacerse una torta de jamón y prender velas.
Ricardo fue el primero en hablar: “Mira, Tomás, ahorita estamos jodidos, pero vas a ver, las cosas nos van a cambiar. Voy a ser gobernador”.
Entonces Tomás se animó a soltar sus anhelos: “Yo también voy a ser gobernador, pero antes voy a ser el abogado más chingón de México”.
Ricardo Monreal fue gobernador de Zacatecas y Tomás Torres está a unas semanas de competir por la gubernatura y sí, hasta ahora ha logrado la primera parte de su anhelo: es uno de los juristas y abogados litigantes más reconocidos del país.
Tomás Torres es reconocido por sus pares en el Senado como un abogado brillante, al grado de que es asesor jurídico informal de ellos; por sus manos pasan prácticamente todos los dictámenes que se aprueban en busca de que no tengan problemas de congruencia o ilegalidad y es el único no coordinador parlamentario que ha sido considerado candidato a ocupar la presidencia de la mesa directiva.
Originario de la comunidad de El Tular, cerca del municipio de Monte Escobedo, que es donde anida el águila real, en Valparaíso, Zacatecas, Tomás Torres fue un niño que sólo podía tener a su padre seis meses al año, pues el señor vivía la otra mitad del año en Estados Unidos.
“Escuchar el silbato del cartero me recuerda cuando de niño lo oía llegar y me despertaba sensaciones encontradas; por un lado, sabías que tu padre había mandado dinero y eso provocaba júbilo en la familia; por el otro, ese mismo hecho te recordaba que tu padre no podía estar contigo”.
Es el menor de siete hermanos varones. Decidió ser abogado a pesar de que su mamá le pidió que fuera veterinario. Por eso, cuando concluyó la secundaria, en Valparaíso, se fue a Fresnillo. Ahí vio por primera vez la televisión: “Sabía que existía, pero nunca la había visto y en Valparaíso escasamente escuchaba la radio”.
Llegó a la Autónoma de Zacatecas y se convirtió en un brillante estudiante, lo cual le permitió trabajar como secretario de juzgados; logró una beca para hacer la maestría en la UNAM. Su éxito profesional lo llevó a la política de la mano del entonces gobernador, Genaro Borrego, en el PRI, hacia la segunda mitad de los ochenta; se fue al PRD y trabajó con el gobernador Ricardo Monreal; ahora busca ser el próximo gobernador.
Un zacatecano que se vio como abogado
La luz se fue esa noche. Encerrados en el cuarto que compartían mientras comenzaban a estudiar la maestría en derecho en la UNAM, Tomás y Ricardo decidieron hacerse una torta de jamón y prender velas.
Ricardo fue el primero en hablar: “Mira, Tomás, ahorita estamos jodidos, pero vas a ver, las cosas nos van a cambiar. Voy a ser gobernador”.
Entonces Tomás se animó a soltar sus anhelos: “Yo también voy a ser gobernador, pero antes voy a ser el abogado más chingón de México”.
Ricardo Monreal fue gobernador de Zacatecas y Tomás Torres está a unas semanas de competir por la gubernatura y sí, hasta ahora ha logrado la primera parte de su anhelo: es uno de los juristas y abogados litigantes más reconocidos del país.
Tomás Torres es reconocido por sus pares en el Senado como un abogado brillante, al grado de que es asesor jurídico informal de ellos; por sus manos pasan prácticamente todos los dictámenes que se aprueban en busca de que no tengan problemas de congruencia o ilegalidad y es el único no coordinador parlamentario que ha sido considerado candidato a ocupar la presidencia de la mesa directiva.
Originario de la comunidad de El Tular, cerca del municipio de Monte Escobedo, que es donde anida el águila real, en Valparaíso, Zacatecas, Tomás Torres fue un niño que sólo podía tener a su padre seis meses al año, pues el señor vivía la otra mitad del año en Estados Unidos.
“Escuchar el silbato del cartero me recuerda cuando de niño lo oía llegar y me despertaba sensaciones encontradas; por un lado, sabías que tu padre había mandado dinero y eso provocaba júbilo en la familia; por el otro, ese mismo hecho te recordaba que tu padre no podía estar contigo”.
Es el menor de siete hermanos varones. Decidió ser abogado a pesar de que su mamá le pidió que fuera veterinario. Por eso, cuando concluyó la secundaria, en Valparaíso, se fue a Fresnillo. Ahí vio por primera vez la televisión: “Sabía que existía, pero nunca la había visto y en Valparaíso escasamente escuchaba la radio”.
Llegó a la Autónoma de Zacatecas y se convirtió en un brillante estudiante, lo cual le permitió trabajar como secretario de juzgados; logró una beca para hacer la maestría en la UNAM. Su éxito profesional lo llevó a la política de la mano del entonces gobernador, Genaro Borrego, en el PRI, hacia la segunda mitad de los ochenta; se fue al PRD y trabajó con el gobernador Ricardo Monreal; ahora busca ser el próximo gobernador.
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