Dizque de Mitofsky
Arturo Nahle García
Lunes 7 de Diciembre de 2009
En los últimos meses, los partidos políticos, el gobierno del estado y media centena de aspirantes a gobernador han estado sumamente activos para poder incidir en las encuestas.
Los interesados andan para arriba y para abajo, no duermen, declaran cualquier cantidad de estupideces con tal de estar en los medios; se toman fotos, se bañan y se peinan con esmero para proyectar una buena imagen que les permita subir en las encuestas. El colmo de los colmos es que algunos inventan sus propias encuestas, se ponen en ellas como los más populares, juran y perjuran que tienen 99 por ciento de las preferencias electorales y no faltan los incautos que se la creen.
Y es que el pragmatismo de los partidos y la clase política en general ha llegado a tal grado que las trayectorias, las capacidades, las propuestas y los méritos de sus militantes y simpatizantes “valen gorro”, hoy lo importante son las encuestas, lo que aparentemente vale es estar bien posicionado en los sondeos de opinión.
Claro que es importante que los partidos postulen a gente con el mayor prestigio posible, sin embargo, pareciera que confunden el prestigio con la popularidad. El prestigio implica calidad, la popularidad no necesariamente, por ejemplo Juan Ramón de la Fuente y José Woldenberg son hombres con prestigio, Noroña y Juanito son personajes con popularidad.
¿Qué clase de gobernador necesita Zacatecas y cualquier otro estado?, ¿un hombre prestigiado y capaz?, ¿o simplemente una persona más o menos conocida?
La respuesta es obvia, al frente de las instituciones necesitamos a personas que por sus antecedentes garanticen que pueden diseñar y llevar a la práctica un proyecto de desarrollo que abata los enormes rezagos que padece la mayoría de las familias zacatecanas.
Pues a ninguno de los múltiples aspirantes les he escuchado propuesta alguna respecto a la compleja problemática de nuestra entidad, todos, sin excepción, se limitan a hacerse publicidad hueca e inocua, que lo único que pretende, repito, es incidir en las famosas encuestas.
Arturo Nahle García
Lunes 7 de Diciembre de 2009
En los últimos meses, los partidos políticos, el gobierno del estado y media centena de aspirantes a gobernador han estado sumamente activos para poder incidir en las encuestas.
Los interesados andan para arriba y para abajo, no duermen, declaran cualquier cantidad de estupideces con tal de estar en los medios; se toman fotos, se bañan y se peinan con esmero para proyectar una buena imagen que les permita subir en las encuestas. El colmo de los colmos es que algunos inventan sus propias encuestas, se ponen en ellas como los más populares, juran y perjuran que tienen 99 por ciento de las preferencias electorales y no faltan los incautos que se la creen.
Y es que el pragmatismo de los partidos y la clase política en general ha llegado a tal grado que las trayectorias, las capacidades, las propuestas y los méritos de sus militantes y simpatizantes “valen gorro”, hoy lo importante son las encuestas, lo que aparentemente vale es estar bien posicionado en los sondeos de opinión.
Claro que es importante que los partidos postulen a gente con el mayor prestigio posible, sin embargo, pareciera que confunden el prestigio con la popularidad. El prestigio implica calidad, la popularidad no necesariamente, por ejemplo Juan Ramón de la Fuente y José Woldenberg son hombres con prestigio, Noroña y Juanito son personajes con popularidad.
¿Qué clase de gobernador necesita Zacatecas y cualquier otro estado?, ¿un hombre prestigiado y capaz?, ¿o simplemente una persona más o menos conocida?
La respuesta es obvia, al frente de las instituciones necesitamos a personas que por sus antecedentes garanticen que pueden diseñar y llevar a la práctica un proyecto de desarrollo que abata los enormes rezagos que padece la mayoría de las familias zacatecanas.
Pues a ninguno de los múltiples aspirantes les he escuchado propuesta alguna respecto a la compleja problemática de nuestra entidad, todos, sin excepción, se limitan a hacerse publicidad hueca e inocua, que lo único que pretende, repito, es incidir en las famosas encuestas.
¿Qué proponen Mejía Haro, Javier Calzada, Raymundo Cárdenas, Claudia Corichi o José Narro para resolver el desempleo, la pobreza y la migración? ¿Cómo pretenden hacer frente a la aridez y dispersión poblacional que son causa de estos añejos problemas?
¿Qué proponen Tomás Torres, Camerino Márquez, Juan José Quirino y Gerardo Romo Fonseca para convencer a los inversionistas nacionales y extranjeros de que Zacatecas es mejor lugar que Corea, India o Brasil para invertir su dinero?
¿Qué proponen Chabelo Trejo, Cuauhtémoc Calderón, Luis Enrique Mercado y Felipe Borrego en materia de desarrollo urbano? ¿Qué plantean para que Zacatecas vuelva a ser una potencia ganadera? ¿Qué nuevo impulso piensan darle a la minería? ¿Cómo pueden competir de mejor manera nuestros callejones y hermosos museos con los destinos turísticos de playa?
¿Cuál es la propuesta y experiencia de Carlitos Puente y Miguel Alonso en materia de seguridad? ¿Tendrán el carácter suficiente para hacer frente a la mafia que tiene secuestrado al Estado?
¿Y Pepe Aguirre, Esaú Hernández, Gustavo Salinas y Juan Diego Chávez de veras piensan meter a la cárcel a todos los funcionarios y constructores de este sexenio que se han enriquecido de una manera exorbitante? ¿De veras tienen una propuesta seria en materia de educación, salud y manejo de la brutal deuda que pueden heredar?
¿David Monreal tendrá una visión de Estado que vaya más allá de Fresnillo? ¿Qué tanto y de qué forma impulsaría el desarrollo de la ciencia y la tecnología? ¿Qué piensa hacer con las plantas tratadoras de agua, las beneficiadoras de frijol, la megavelaria, el Palacio de Convenciones, el rastro TIF y todo ese montón de elefantes blancos que puede recibir?
Las encuestas no son un método estatutario, democrático, confiable ni eficaz para seleccionar candidatos; quien gana en una encuesta no necesariamente gana en las urnas; el pasado 5 de julio quedó demostrado lo anterior. Las encuestas pueden ser una herramienta para la toma de decisiones y la construcción de consensos, pero nada más.
En fin, ahí le paro, porque acaba de tocar la puerta una señorita que anda haciendo una encuesta dizque “de Mitofsky”. Hasta la próxima.
arturo.nahle@hotmail.com
¿Qué proponen Tomás Torres, Camerino Márquez, Juan José Quirino y Gerardo Romo Fonseca para convencer a los inversionistas nacionales y extranjeros de que Zacatecas es mejor lugar que Corea, India o Brasil para invertir su dinero?
¿Qué proponen Chabelo Trejo, Cuauhtémoc Calderón, Luis Enrique Mercado y Felipe Borrego en materia de desarrollo urbano? ¿Qué plantean para que Zacatecas vuelva a ser una potencia ganadera? ¿Qué nuevo impulso piensan darle a la minería? ¿Cómo pueden competir de mejor manera nuestros callejones y hermosos museos con los destinos turísticos de playa?
¿Cuál es la propuesta y experiencia de Carlitos Puente y Miguel Alonso en materia de seguridad? ¿Tendrán el carácter suficiente para hacer frente a la mafia que tiene secuestrado al Estado?
¿Y Pepe Aguirre, Esaú Hernández, Gustavo Salinas y Juan Diego Chávez de veras piensan meter a la cárcel a todos los funcionarios y constructores de este sexenio que se han enriquecido de una manera exorbitante? ¿De veras tienen una propuesta seria en materia de educación, salud y manejo de la brutal deuda que pueden heredar?
¿David Monreal tendrá una visión de Estado que vaya más allá de Fresnillo? ¿Qué tanto y de qué forma impulsaría el desarrollo de la ciencia y la tecnología? ¿Qué piensa hacer con las plantas tratadoras de agua, las beneficiadoras de frijol, la megavelaria, el Palacio de Convenciones, el rastro TIF y todo ese montón de elefantes blancos que puede recibir?
Las encuestas no son un método estatutario, democrático, confiable ni eficaz para seleccionar candidatos; quien gana en una encuesta no necesariamente gana en las urnas; el pasado 5 de julio quedó demostrado lo anterior. Las encuestas pueden ser una herramienta para la toma de decisiones y la construcción de consensos, pero nada más.
En fin, ahí le paro, porque acaba de tocar la puerta una señorita que anda haciendo una encuesta dizque “de Mitofsky”. Hasta la próxima.
arturo.nahle@hotmail.com
Arturo Nahle siempre tan elocuente y reflexivo al escribir con su caracteristica carisma, no cabe duda su experiencia y preparación.
ResponderEliminar