¿Quién debe gobernar Zacatecas?
Esaú Hernández Herrera
Viernes 4 de Diciembre de 2009
Estamos ante la realidad de una población empobrecida por la falta de fuentes de trabajo, ante la de un ejercicio del gasto público con proyectos que, en lugar de procurar que el dinero se quede y circule en Zacatecas, propician que salga del estado.
También, ante la disminución del monto de las remesas que envían los zacatecanos migrantes desde la Unión Americana, cuya caída podría ser del orden de los 2 mil millones de pesos durante 2009, lo que ha golpeado fuertemente a la precaria economía de muchísimas familias zacatecanas, y ante la total carencia de medidas que remedien ese fenómeno que tal parece pasó inadvertido para el gobierno de nuestra entidad, porque nada ha hecho al respecto en los últimos dos años; ante la realidad de una política educativa que, en los hechos, está profundizando el abismo que ya existe entre los que pueden acceder a una educación de calidad y los más desposeídos; ante la alarmante penetración del crimen organizado y el narcotráfico que en los últimos años ha reclutado, sobre todo a jóvenes zacatecanos en calidad de promotores, distribuidores y/o consumidores de estupefacientes, con la tolerancia y, en el peor de los casos, involucramiento gubernamental, que no atinó a evitarlo ni reducirlo ni mucho menos desterrarlo del territorio de Zacatecas, y cuyas consecuencias redundan en cada vez mayor inseguridad.
Ante el abandono del campo zacatecano en el que los ganaderos y los campesinos pobres perdieron los apoyos de otros tiempos; ante las evidencias claras de una clase gobernante enriquecida, frente a un pueblo pobre, relegado y en crisis permanente en lo económico, en lo educativo, en lo jurídico y en lo social; ante la proximidad de un año electoral en que surgirán de todos los partidos aspirantes y candidatos que se promoverán ante los votantes como los mejores, ofreciendo que resolverán todos los problemas y que estarán dispuestos hasta el sacrificio para lograrlo, gastándose en esas campañas millones y millones de pesos, a costa del pueblo, como ya lo estamos viendo en un espectáculo que nos ofende.
Ante todo ello y ante la realidad que cada ciudadano vive en carne propia, es necesario, urgente e inaplazable que la ciudadanía analice cuidadosamente la trayectoria y la personalidad de cada aspirante a candidato, y elija como su gobernante sólo a quien reúna, entre otras muchas cualidades, dos características que pueden ser garantía de buen gobierno: que tenga honradez probada y comprobada, y que tenga la capacidad, también demostrada, de resolver problemas sociales.
Sin esos dos requisitos ineludibles, no se le debe dar el poder a nadie.
Honradez y capacidad son dos exigencias mínimas para quien aspire a gobernar Zacatecas… y no abundan.
Viernes 4 de Diciembre de 2009
Estamos ante la realidad de una población empobrecida por la falta de fuentes de trabajo, ante la de un ejercicio del gasto público con proyectos que, en lugar de procurar que el dinero se quede y circule en Zacatecas, propician que salga del estado.
También, ante la disminución del monto de las remesas que envían los zacatecanos migrantes desde la Unión Americana, cuya caída podría ser del orden de los 2 mil millones de pesos durante 2009, lo que ha golpeado fuertemente a la precaria economía de muchísimas familias zacatecanas, y ante la total carencia de medidas que remedien ese fenómeno que tal parece pasó inadvertido para el gobierno de nuestra entidad, porque nada ha hecho al respecto en los últimos dos años; ante la realidad de una política educativa que, en los hechos, está profundizando el abismo que ya existe entre los que pueden acceder a una educación de calidad y los más desposeídos; ante la alarmante penetración del crimen organizado y el narcotráfico que en los últimos años ha reclutado, sobre todo a jóvenes zacatecanos en calidad de promotores, distribuidores y/o consumidores de estupefacientes, con la tolerancia y, en el peor de los casos, involucramiento gubernamental, que no atinó a evitarlo ni reducirlo ni mucho menos desterrarlo del territorio de Zacatecas, y cuyas consecuencias redundan en cada vez mayor inseguridad.
Ante el abandono del campo zacatecano en el que los ganaderos y los campesinos pobres perdieron los apoyos de otros tiempos; ante las evidencias claras de una clase gobernante enriquecida, frente a un pueblo pobre, relegado y en crisis permanente en lo económico, en lo educativo, en lo jurídico y en lo social; ante la proximidad de un año electoral en que surgirán de todos los partidos aspirantes y candidatos que se promoverán ante los votantes como los mejores, ofreciendo que resolverán todos los problemas y que estarán dispuestos hasta el sacrificio para lograrlo, gastándose en esas campañas millones y millones de pesos, a costa del pueblo, como ya lo estamos viendo en un espectáculo que nos ofende.
Ante todo ello y ante la realidad que cada ciudadano vive en carne propia, es necesario, urgente e inaplazable que la ciudadanía analice cuidadosamente la trayectoria y la personalidad de cada aspirante a candidato, y elija como su gobernante sólo a quien reúna, entre otras muchas cualidades, dos características que pueden ser garantía de buen gobierno: que tenga honradez probada y comprobada, y que tenga la capacidad, también demostrada, de resolver problemas sociales.
Sin esos dos requisitos ineludibles, no se le debe dar el poder a nadie.
Honradez y capacidad son dos exigencias mínimas para quien aspire a gobernar Zacatecas… y no abundan.
todos menos PRD, buen hombre para el PRI.
ResponderEliminarexcelente candidato con reconocimiento nacional por su trabajo y honradez
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