domingo, 24 de enero de 2010

GUSTAVO SALINAS ÍÑIGUEZ


ZACATECAS EN EL BICENTENARIO.

Por Gustavo Salinas Iñiguez*.

2010 es un año enigmático para nuestro país. Diversos acontecimientos de indiscutible trascendencia histórica habremos de recordar, no como simples hechos anecdóticos, sino como un auténtico y riguroso ejercicio de reflexión y análisis sobre la importancia y significado que representa para los mexicanos de hoy, del siglo XXI, el Bicentenario del inicio de la Guerra de Independencia; el Sesquicentenario de la Reforma Liberal; y el Centenario de la Revolución Mexicana.

En estos tres movimientos estelares de nuestra historia, ilustres zacatecanos participaron de manera muy destacada. El Grito y las Campanas de Dolores también se escucharon en Zacatecas. En 1810 hubo en nuestra ciudad capital, un Ayuntamiento ligado e identificado con los propósitos libertarios del pueblo mexicano; y un cura del bajo clero, José María Cos y Víctor Rosales, unieron su tenacidad e inteligencia a las cualidades de estratega militar de José María Morelos y Pavón.

En la contienda a favor del liberalismo mexicano destaca Francisco García Salinas, considerado uno de los padres del Federalismo Mexicano. Otros zacatecanos que participaron en la Guerra de Reforma fueron Jesús González Ortega, los hermanos Sánchez Román, Antonio Rosales, y Miguel Auza quien fue modelo de patriotismo en las dos Guerras de Intervención,.

Más tarde, en el Movimiento Armado de 1910, diversos zacatecanos participaron activamente, entre otros Roque Estrada, Luis Moya, Matías Ramos, Francisco R. Murguía y Juan José Ríos.

A Zacatecas le corresponde el honor de haber sido el escenario donde se registró el triunfo armado definitorio de la Revolución Mexicana, en la legendaria “Batalla de Zacatecas”. Aquí, con Francisco Villa al frente, Felipe Ángeles y Pánfilo Natera, se quebró la columna vertebral del ejército federal de Victoriano Huerta. De ese tamaño es la contribución de Zacatecas al triunfo armado de 1910.

Tras la victoria de los revolucionarios, el país tuvo la necesidad de reconstruirse y edificar una nación con un nuevo rostro, más moderno, más libre y soberano y, sobre todo, más justo.

En ese empeño muchos zacatecanos han contribuido desde entonces a edificar el México de nuestros días; militares como Joaquín Amaro, Músicos como Genaro Codina, Manuel M. Ponce y Tomás Méndez. Poetas como Ramón López Velarde, Roberto Cabral del Hoyo. Escritores como Mauricio Magdaleno. Pintores como Julio Ruelas, Francisco Goitia y Pedro Coronel. Como arqueóloga, Eulalia Guzmán, y como servidores públicos ejemplares, Antonio Dovali Jaime y Manuel Tello. El primero se significó en el sector de los energéticos y el segundo en la diplomacia.

Tan importantes fueron los mexicanos de ayer, que idearon y tomaron las armas en 1910, como los mexicanos de hoy, que tras el triunfo armado empeñaron todo su esfuerzo en construir el México de nuestros días.

No basta recordar estos hechos históricos como simples acontecimientos anecdóticos. Si nos estacionamos en ellos corremos el riesgo de petrificarnos ideológicamente o peor aún, convertirnos en estatuas de sal. Lejos de ello, requerimos, conocer nuestra historia para avanzar con pasos firmes hacia el futuro, hacia la consecución del proyecto nacional, cuya fuente primigenia fueron precisamente estos tres movimientos libertarios.

Hace 36 años, un 10 de marzo de 1974, don Jesús Reyes Heroles expresó en Zacatecas: “los revolucionarios, con frecuencia volvemos la mirada al pasado; pero no como algunos ilusos, con nostalgia y afán de retroceder, de caminar hacia atrás. Esto ni se puede, ni se quiere. Volvamos la mirada al pasado para encontrar en él motivo de lucha, ejemplos de acción, estímulos para dirigirnos hacia el porvenir”… y terminó diciendo: “usando una imagen de alguien que murió por creer en la paz del mundo y en la libertad y bienestar del hombre”. Con Jaurés podemos decir: “del fuego del pasado tomemos la llama y dejemos las cenizas”.

En el marco de estos 200 años de lucha y construcción de la nación, los mexicanos que fueron actores y protagonistas de esos tres hechos históricos, supieron enfrentar con éxito el desafío que representó cada uno de ellos. Corresponde ahora, a los mexicanos de hoy, a los del siglo XXI, resolver con patriotismo y eficacia los enormes retos que tenemos como nación. La falta de crecimiento económico; la pobreza extrema, la marginación social, la discriminación racial y de género, así como la emigración, la drogadicción, la inseguridad pública, el analfabetismo, la desnutrición infantil, la insalubridad y el abandono del campo y la degradación del medio ambiente. Sólo así seremos dignos herederos ideológicos de aquellos gigantes mexicanos que participaron en esas tres gestas libertarias.


8 de Enero del 2010.

* Presidente del Comité Estatal del PRI en Zacatecas para conmemorar las tres gestas libertarias del pueblo de México.

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