Jorge Miranda Castro
El Impuesto sobre Tenencia o uso de vehículos, un falso debate
9 de noviembre de 2009
Los efectos de la crisis económica tienen que ser afrontados con medidas integrales, racionales e inteligentes. Para algunos resulta muy sencillo, vender mediáticamente ideas que de antemano saben de sus efectos perniciosos; es muy fácil desde una postura política de oposición, pretender la abrogación de figuras tributarias que sustentan una ley, un presupuesto y una dinámica de gasto para ganar simpatías, pero esta irresponsabilidad puede ocasionar un mal mayor al que se pretende solucionar, porque cada hacienda pública tiene sus particularidades que no pueden tomarse como una regla de aplicación general. Lo que acontece en Querétaro, Tamaulipas, Sonora, Estado de México u otras Entidades Federativas, no necesariamente tiene que ser atendido, ni como tendencia ni como precedente obligatorio para nuestra Entidad.
Nos referimos a la propuesta de anticipar la abrogación en Zacatecas del Impuesto Federal sobre Tenencia o Uso de Vehículos, bajo argumentos simples que mas parecen un señuelo a la gente, de que por ser un impuesto que eventualmente se dejaría de pagar, evidentemente en la población genera una expectativa que de no actualizarse o ser posible, perversamente se utiliza como una negativa o una oposición gubernamental para atenderla en sus términos.
Por eso es necesario señalar que de implementarse bajo las premisas que se indican, Zacatecas tendría una doble pérdida; la primera, la obvia recaudación en ventanilla de los contribuyentes que cubren este gravamen por la tenencia o uso de automóviles del año modelo y tipo que la propia norma federal precisa, lo que si únicamente fuera de esa magnitud, podrían encontrarse alternativas presupuestales para solventarla; sin embargo, al ser este gravamen un impuesto de los llamados "asignables", en el contexto del sistema nacional de coordinación fiscal y concretamente en la aplicación de la fórmula de distribución de las participaciones federales, el factor que le corresponde a Zacatecas disminuirá, sensiblemente como disminuirá el monto de participaciones federales que recibiremos como Entidad coordinada en el señalado sistema de coordinación.
Un elemento adicional que nos ayuda en la comprensión de este falso debate que se plantea por falta de conocimiento e información precisa de quien lo propone, es el hecho de que el rendimiento del 100 % de la recaudación de este gravamen federal, es aprovechado íntegramente por la Entidad como un ingreso propio; pero no por disponer del 100 % de su recaudación la normatividad federal nos releva de la obligación y de la responsabilidad de rendir cuenta comprobada de su ingreso, precisamente para que los montos recaudatorios informados, sean considerados como una variable mas al momento de aplicar la fórmula de distribución de las participaciones ya señaladas.
No es posible por tanto atender con esa simpleza, una propuesta carente de fundamento, de visión y sobre todo de alternativas.
El Gobierno de Amalia García Medina, ha impulsado acciones ante el Gobierno Federal y ante los Órganos del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, para disminuir las cargas tributarias en beneficio de los mexicanos.
Podemos señalar dos antecedentes de esta cruzada. Primero, es evidente que la elasticidad con la que nació la más reciente modificación del esquema de participaciones a Estados y municipios de México en el año de 1980, ha cumplido los objetivos para los que fue creado, es decir, cuando se eliminó el anterior impuesto federal sobre ingresos mercantiles, para crear el impuesto al valor agregado, hubo una transformación radical porque se establecieron reglas, fórmulas y procedimientos. Las Entidades Federativas dejamos en suspenso las más importantes potestades tributarias, a cambio de recibir aquellas.
Pero México ya cambio y es por eso que la Gobernadora de Zacatecas, ha sido enfática en la búsqueda de mecanismos de transformación, iniciando con una desgravación sustantiva de aquellas actividades económicas que presentan mayores cargas - y paradójicamente de menores beneficios para segmentos muy identificados de la población -, a fin de que sea posible pagar menos o no pagar.
Localmente se ha hecho lo propio cuando a través de los decretos gubernativos, se han otorgado facilidades administrativas para el cumplimiento de obligaciones fiscales y, con el respaldo de la Cámara de Diputados Local, se han creado partidas presupuestales que a manera de "subsidio o subvención", quienes sean sujetos de determinada contribución, como es el caso del impuesto estatal sobre tenencia o uso de vehículos, paguen tan solo el 50 % del monto total a cubrir sin este beneficio.
El Gobierno del Estado de Zacatecas ha hecho propuestas, pero también se han tomado decisiones. Ante las profundas complicaciones del entorno económico, que afecta al que tiene mucho, al que poco tiene y al que de muchos satisfactores carece, este gobierno ha actuado y lo sigue haciendo con el convencimiento de ser un gobierno de hechos y no de pronunciamientos.
Por supuesto que la disminución de las contribuciones encontrará, por su propia naturaleza patrimonial, coincidencia de todos los actores y sectores sociales, sin embargo debemos ser realistas, prudentes y responsables; si la fracción IV del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la obligación de contribuir a los gastos públicos de la federación, del distrito federal, del estado o del municipio en que se resida, de la manera proporcional y equitativa que determinen las leyes, nada podrá hacerse si por un lado se exigen servicios eficientes, de calidad y oportunos, pero por otro se cancelan fuentes de ingresos como las ya establecidas, tomando como referencia un espejismo o un sofisma de que el no pago de una obligación, no alterna ni modifica nada.
Lo que nos alienta, es que los Zacatecanos cada vez somos más participativos, propositivos y exigentes; ello nos obliga a ser un mejor gobierno.
La apertura al diálogo que caracteriza este Gobierno que encabeza Amalia Dolores García Medina, permite la discusión, el análisis y el debate, pero no podemos dar saltos al vacío; este gobierno no puede caer en la "seducción mediática", como tampoco puede permanecer en la inactividad o en el inmovilismo; con esta óptica, seguiremos explorando, haciendo propuestas y tomando decisiones en beneficio de Zacatecas.
Los efectos de la crisis económica tienen que ser afrontados con medidas integrales, racionales e inteligentes. Para algunos resulta muy sencillo, vender mediáticamente ideas que de antemano saben de sus efectos perniciosos; es muy fácil desde una postura política de oposición, pretender la abrogación de figuras tributarias que sustentan una ley, un presupuesto y una dinámica de gasto para ganar simpatías, pero esta irresponsabilidad puede ocasionar un mal mayor al que se pretende solucionar, porque cada hacienda pública tiene sus particularidades que no pueden tomarse como una regla de aplicación general. Lo que acontece en Querétaro, Tamaulipas, Sonora, Estado de México u otras Entidades Federativas, no necesariamente tiene que ser atendido, ni como tendencia ni como precedente obligatorio para nuestra Entidad.
Nos referimos a la propuesta de anticipar la abrogación en Zacatecas del Impuesto Federal sobre Tenencia o Uso de Vehículos, bajo argumentos simples que mas parecen un señuelo a la gente, de que por ser un impuesto que eventualmente se dejaría de pagar, evidentemente en la población genera una expectativa que de no actualizarse o ser posible, perversamente se utiliza como una negativa o una oposición gubernamental para atenderla en sus términos.
Por eso es necesario señalar que de implementarse bajo las premisas que se indican, Zacatecas tendría una doble pérdida; la primera, la obvia recaudación en ventanilla de los contribuyentes que cubren este gravamen por la tenencia o uso de automóviles del año modelo y tipo que la propia norma federal precisa, lo que si únicamente fuera de esa magnitud, podrían encontrarse alternativas presupuestales para solventarla; sin embargo, al ser este gravamen un impuesto de los llamados "asignables", en el contexto del sistema nacional de coordinación fiscal y concretamente en la aplicación de la fórmula de distribución de las participaciones federales, el factor que le corresponde a Zacatecas disminuirá, sensiblemente como disminuirá el monto de participaciones federales que recibiremos como Entidad coordinada en el señalado sistema de coordinación.
Un elemento adicional que nos ayuda en la comprensión de este falso debate que se plantea por falta de conocimiento e información precisa de quien lo propone, es el hecho de que el rendimiento del 100 % de la recaudación de este gravamen federal, es aprovechado íntegramente por la Entidad como un ingreso propio; pero no por disponer del 100 % de su recaudación la normatividad federal nos releva de la obligación y de la responsabilidad de rendir cuenta comprobada de su ingreso, precisamente para que los montos recaudatorios informados, sean considerados como una variable mas al momento de aplicar la fórmula de distribución de las participaciones ya señaladas.
No es posible por tanto atender con esa simpleza, una propuesta carente de fundamento, de visión y sobre todo de alternativas.
El Gobierno de Amalia García Medina, ha impulsado acciones ante el Gobierno Federal y ante los Órganos del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, para disminuir las cargas tributarias en beneficio de los mexicanos.
Podemos señalar dos antecedentes de esta cruzada. Primero, es evidente que la elasticidad con la que nació la más reciente modificación del esquema de participaciones a Estados y municipios de México en el año de 1980, ha cumplido los objetivos para los que fue creado, es decir, cuando se eliminó el anterior impuesto federal sobre ingresos mercantiles, para crear el impuesto al valor agregado, hubo una transformación radical porque se establecieron reglas, fórmulas y procedimientos. Las Entidades Federativas dejamos en suspenso las más importantes potestades tributarias, a cambio de recibir aquellas.
Pero México ya cambio y es por eso que la Gobernadora de Zacatecas, ha sido enfática en la búsqueda de mecanismos de transformación, iniciando con una desgravación sustantiva de aquellas actividades económicas que presentan mayores cargas - y paradójicamente de menores beneficios para segmentos muy identificados de la población -, a fin de que sea posible pagar menos o no pagar.
Localmente se ha hecho lo propio cuando a través de los decretos gubernativos, se han otorgado facilidades administrativas para el cumplimiento de obligaciones fiscales y, con el respaldo de la Cámara de Diputados Local, se han creado partidas presupuestales que a manera de "subsidio o subvención", quienes sean sujetos de determinada contribución, como es el caso del impuesto estatal sobre tenencia o uso de vehículos, paguen tan solo el 50 % del monto total a cubrir sin este beneficio.
El Gobierno del Estado de Zacatecas ha hecho propuestas, pero también se han tomado decisiones. Ante las profundas complicaciones del entorno económico, que afecta al que tiene mucho, al que poco tiene y al que de muchos satisfactores carece, este gobierno ha actuado y lo sigue haciendo con el convencimiento de ser un gobierno de hechos y no de pronunciamientos.
Por supuesto que la disminución de las contribuciones encontrará, por su propia naturaleza patrimonial, coincidencia de todos los actores y sectores sociales, sin embargo debemos ser realistas, prudentes y responsables; si la fracción IV del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece la obligación de contribuir a los gastos públicos de la federación, del distrito federal, del estado o del municipio en que se resida, de la manera proporcional y equitativa que determinen las leyes, nada podrá hacerse si por un lado se exigen servicios eficientes, de calidad y oportunos, pero por otro se cancelan fuentes de ingresos como las ya establecidas, tomando como referencia un espejismo o un sofisma de que el no pago de una obligación, no alterna ni modifica nada.
Lo que nos alienta, es que los Zacatecanos cada vez somos más participativos, propositivos y exigentes; ello nos obliga a ser un mejor gobierno.
La apertura al diálogo que caracteriza este Gobierno que encabeza Amalia Dolores García Medina, permite la discusión, el análisis y el debate, pero no podemos dar saltos al vacío; este gobierno no puede caer en la "seducción mediática", como tampoco puede permanecer en la inactividad o en el inmovilismo; con esta óptica, seguiremos explorando, haciendo propuestas y tomando decisiones en beneficio de Zacatecas.
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