La candidatura de Miguel
NTRzacatecas.com
Alfonso C. del Real López
Miércoles 10 de Marzo de 2010
Con todo el amor del mundo de un hijo a sus padres.
El lunes por la tarde fue ungido Miguel Alonso Reyes como candidato de la Alianza Primero Zacatecas al gobierno del estado, algo que ya se había venido gestando desde hace mucho tiempo.
Saco esto a colación ya que me llegó un mensaje vía Facebook para este evento y me llamó mucho la atención, porque supuestamente vendría Beatriz Paredes a tomarle la protesta. Esto provocó que empezara a pensar en el futuro del PRI en Zacatecas.
En mis reflexiones partidistas de ocio (últimamente no sé qué me pasa, pero creo que se me está haciendo un vicio), insisto, me pongo a pensar qué va a pasar con el PRI y con los demás partidos políticos. Sinceramente, creo que todo va a acabar mal, aunque no en un sentido catastrófico; caray, ya hasta hay quien dice que mis comentarios son de mala leche o que me estoy convirtiendo en ave de mal agüero, y que sin duda “me gusta echarle al PRI” o “quiero que pierda”; a las mentes suspicaces que imaginan esto sólo les digo que defiendo mi posición política aduciendo que es un escenario realista de acuerdo a cómo se han venido dando las cosas para la candidatura de Miguel.
Mi partido, y el de mis padres, ya tiene candidato a gobernador. La mejor de las suertes a él y a quienes lo apoyan. Yo votaré y cumpliré mi deber cívico, pero de eso a que me enorgullezca de las formas políticas que imperan en el partido… hay un gran abismo; de creer que Miguel tiene apoyos a creer que esos apoyos son reales y no ficticios o simulados… hay otra diferencia.
Ojalá que por el bien del partido, el tiempo me calle la boca y los resultados electorales me den una bofetada. Pero mientras eso pasa, creo que es una pena cómo se ha generado la candidatura de Alonso. Las formas políticas pisotearon el orgullo de muchos militantes y se privilegió a unos grupos de mucha lengua y pocos votos, además de favorecer una alianza externa en lugar de privilegiar a todos los cuadros priístas al interior. Vaya, hasta parece que el PAN tuvo un proceso interno donde Cuauhtémoc le ganó a la buena a Chabelo Trejo la candidatura. Unidad de a de veras. ¿A quién le ganó Miguel, que le haya hecho fortalecer su imagen al interior del PRI?
Sostengo que el partido es una institución llena de fuerza y cosas positivas, que el PRI es benéfico para la sociedad, y que, bien que mal, ha sido un factor fundamental para que exista la democracia electoral, ese fenómeno donde los votos pueden hacer un cambio en la fuerza gobernante; pero me cuesta trabajo ver entregado en este momento al partido y a sus protagonistas, echado a ser observador de un proceso electoral sin ser un actor principal, conducido sin rumbo fijo ni planeación, improvisando normas y elucubrando acciones políticas “por el bien de Zacatecas”; creo que el PRI estatal está cooptado por intereses egoístas, ceguera política y mediocridad de muchos de sus dirigentes.
Cállenme la boca, les ruego. Demuéstrenme (y a miles de Zacatecanos, priístas y no priístas) que son capaces de tomar decisiones de estadistas y no de politiquillos y dense cuenta que, así como están las cosas y por el rumbo que están tomando, el futuro no es muy promisorio. Que no te engañen, Miguel, porque las hordas que hablan al oído y tratan de mostrar un escenario ilusorio que no tiene nada de optimista sólo aportan explicaciones sin sustento al camino electoral, construyen castillos en el aire y justifican sus yerros en la crítica de otros militantes que nos limitamos a señalar lo que a nuestro juicio son equivocaciones, torpezas y malos manejos.
Seguramente hoy mismo habrá quien diga en el PRI que Alfonso Carlos del Real López “le volvió a echar al PRI”, o que le digan al ahora candidato que “te atacan porque vas bien, Miguel”. Pero no. No se confundan señoras y señores que se dicen priístas y que creen representar los intereses ciudadanos. Su servidor, el arribafirmante (parafraseando a Carcaño), soy el que dice que la nube electoral viene bastante oscura para el PRI, pues no fue capaz de generar cuadros de convicción partidista y de construir candidaturas sólidas. Insisto, eso lo digo. Tomen nota de ello. ¿O hay elementos para decir que el PRI o la alianza Primero Zacatecas tienen cuadros fuertes que pueden ser protagonistas y ganar la elección en Fresnillo, Zacatecas, Guadalupe, Jerez, o retener Pinos o Río Grande? ¿Me van a decir que la interlocución entre el CEN del partido y el directivo estatal es tan fluida, que se siente el apoyo nacional como lo sienten en Chihuahua, Tamaulipas o de perdida como en Colima o Aguascalientes?
Tengo algunas razones para cuestionar la firmeza de la candidatura de Alonso. Para empezar, Miguel es un candidato importado. Yo no le veo el sello priísta, y creo que ahora, para ganar en Zacatecas, eso se necesita, porque la oposición (y particularmente el PRI) está en la antesala de obtener el gobierno por dos factores fundamentales: el descontento generalizado con el PRD y la hasta este momento gris candidatura de Antonio Mejía, quien parece el candidato más sólido por la estructura detrás de él. Ese sello priísta pudo forjarse a través de la contienda interna, en tú a tú honesto y transparente al interior del partido, para disipar estos comentarios como el mío que señalan una falta de legitimidad interna.
La realidad electoral reciente ha castigado lo que el ahora candidato a diputado del PAN Osvaldo Contreras llamaría el chapulinazo. Muchos no olvidan que Miguel buscó antes al PAN que al PRI. Además, la importación de la candidatura de Miguel Alonso es la primera vez que ocurre en el partido en elecciones estatales (un dato que espero corroborar), pero también es la primera vez que hasta el momento de la toma de protesta de un candidato a gobernador, éste no tenga la capacidad de decidir sobre el manejo del partido. ¡Vaya combinación! ¿Es eso un escenario positivo? La famosa operación cicatriz no se ha puesto en marcha, ¿o sí? Si necesitan un ejemplo, piensen en Nuevo León, en las elecciones de 2003 y 2009.
Miguel, eres un buen candidato. Mis respetos ante ello. Pero creo que para ganar en Zacatecas (en todo el estado, no solamente en la zona urbana) se necesita no solamente ser buen candidato, sino que se necesita un partido sólido que te apoye y otra cosita. Y eso no lo veo. Ya hay una alianza positiva, casi natural, pero las alianzas nunca, y remarco, NUNCA, han garantizado un número de votos a la hora de la elección. Las alianzas reacomodan votos, no los suman así como así. Cuidado con eso.
La alianza que el PRI debe privilegiar es con el PRI mismo, porque de lo contrario va a pasar lo que en 2007 y en 2009: la simulación llegará al cuello y la compra de cuadros priístas se va a dar. El apoyo nacional no llegará como se espera, porque aquellos que apoyaron esta definición lo hicieron por la libre, sin consenso general. Y eso, me temo, provoca desinterés y abandono y seremos presa del mejor po$tor (¿a alguien le suena la compra de voluntades?). Para mejor información sobre esto hay que contactar a los ex candidatos que compitieron por el PRI, incluidos los que se postularon en coalición con el Verde o con el PT en las elecciones de 2004, 2006, 2007 y 2009 y/o que antes fueron priístas, incluidos también los que ahorita tienen un cargo gracias al PRI. Se cobra la factura de deslealtad. Los datos de ellos y sus teléfonos seguramente los tienen en el PRI estatal.
alfonsodelrealzac@gmail.com
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