LA ALIANZA PROGRESISTA
Miguel Alonso Reyes*
El tema de actualidad en materia política a nivel local y nacional, sin lugar a dudas, continúa siendo el de las alianzas y lo que está detrás de estas complejas negociaciones entre los partidos y las fuerzas políticas locales y nacionales. En este espacio he afirmado, que no puede ser sólo el pragmatismo y el interés de los partidos, el hilo conductor de las negociaciones, de los acuerdos y los actores que participen, se requiere y lo vuelvo a reiterar apegarse a un mínimo de racionalidad política y a elementales principios.
En este tenor, dirigentes nacionales y reconocidas figuras del PRI, han calificado como contradictorias las alianzas que perfilan el PAN y PRD en varios Estados de cara a la renovación de las gubernaturas, principalmente en virtud de la dificultad para articular y armonizar sus principios y plataformas, pues existen diferencias históricas y encontradas respecto a los grandes temas nacionales y su visión del País es diametralmente opuesta.
El PRI como partido ubicado en el centro de la geometría político-ideológica del País, con apego a sus principios y con un programa de por medio, está en condiciones de hacer acuerdos, apegados a la racionalidad política, con todas las fuerzas y organizaciones que se planteen la transformación progresista del País.
Aquí en Zacatecas el PRI, con toda responsabilidad, ha convocado a los partidos y grupos políticos para que se construya una alianza que además de dar garantía de triunfo, asegure el necesario cambio que la sociedad nos demanda con todo derecho.
Un NUEVO TRATO nos exige la ciudadanía, para que se le atienda con respeto, se le hable con la verdad y sobretodo se resuelvan sus problemas, sin burocracias excesivas, que se apliquen bien los recursos, para el bien colectivo; con nuestro dinero podemos hacer lo que se nos antoje y hasta mal gastarlo, pero con el dinero público no, este debe ser administrado y ejercido, no solo con honradez sino con eficacia y eficiencia. La transparencia y la rendición de cuentas no deben ser una oferta del gobierno, sino un acto de elemental congruencia de los gobernantes, para con sus representados, la administración de justicia pronta y expedita y el autentico equilibrio entre poderes debe ser una realidad en el corto plazo para el Estado, así como elevar los niveles de seguridad pública en la población entre muchos temas pendientes.
En la ruta que estamos siguiendo, para decirlo en palabras del ilustre Reyes Heroles, “estamos decididos a construir nuestro propio modelo, en que convivan distintos modos de pensar, sin mengua de la unidad en lo esencial, en que las libertades espirituales y políticas imperen….” Esa será la alianza progresista y coherente.
*Diputado Local
miguelalonso@congresozac.gob.mx
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